Nos fuimos a actuar a la naturaleza. En un campo en las afueras de la ciudad, nos reunimos junto a algunos alumnos. Tomamos 4 escenas clásicas del Teatro Universal, las analizamos y vimos qué pasaba más allá de si conocían o no la obra. Repartimos personajes y cada grupo eligió un sector para ensayar. La propuesta era que le den su impronta a cada escena, respetando únicamente la acción dramática. Podían cambiarle el contexto, los personajes, el guión, etc., adaptándolos a la escenografía natural que ofrecía el lugar, al vestuario y elementos que encontraran. Luego de un día entero de ensayos, se preparó una gala nocturna donde todos los participantes eran actores y al mismo tiempo espectadores del resto. La noche se convirtió en parte de la atmósfera de cada escena. El último día, luego de devoluciones y un último ensayo, se readaptaron las escenas a la luz del sol, generando algo muy diferente a la gala nocturna.
Una experiencia intensa y profunda, donde además cocinamos, entrenamos, nos metimos a la pileta y disfrutamos de un ambiente alejado de la rutina de la ciudad.
FOTOS: Juan Noy Fotografía.
